LA NUEVA MAYORIA, UNA PILLERIA NUEVA
Cuando estamos a poco más de un mes
para el cambio de gobierno, siempre se guardan las esperanzas de que todo
cambio será para mejor, que vendrán cosas buenas y que seremos todos más
felices con la retorica barata que se escucha todos los días de la igualdad y
la justicia social, todo esto envuelto en un comidillo de discusiones
semánticas y de fondo que se inyecta en la televisión sobre quien tiene la
razón en SQP si la Francisca Merino o la Claudia Smith, porque la gente las
identifica claramente a estos personaje pero no sabe quienes serán sus futuros
ministros, no reconoce quienes se repiten el plato, como es posible que se
premie la mediocridad electoral de Gómez y se le dé el ministerio de Justicia
o Eyzaguirre que lo dejan en Educación y
lo único común que puede tener con los estudiantes es que fuman hierba de vez
en cuando, quienes son los subsecretarios, los intendentes, ósea no sabemos en
manos de quien estamos, pero tenemos clarito que le paso a la hija de
Bonvallet, por ejemplo, increíble.
Durante
la campaña escuchamos el término "La Nueva Mayoría" en forma muy
recurrente, hasta llegamos a pensar en que ahora si la alegría ya viene, tal
como hace 25 años, con un planteamiento de la entonces candidata Michele
Bachelet idealista de reformas a la constitución, tributarias y asambleas al
por mayor, pero toda esa terminología nueva que aprendimos a escuchar se
derrumbo con la ahora presidenta, porque quedo demostrado que era " La
Pillería Nueva" la que nos gobernaría, para hacer caer a la gente, porque
al conocer que serian los mismos nombres que pasaron por 20 años a cargo de
nuestro país y nunca realizaron un cambio como el que ofrecían ahora, solo
queda una reflexión, fueron pillos en mostrar algo que jamás cumplirían y eso
lo sabían, quizás también influyo la muy mala competencia que tuvo en segunda
vuelta, donde corrió sola ( tal como se describe un otra de nuestras notas),
eso no se hace, pero hay que reconocer que tenemos mucha responsabilidad en lo banal
que nos hemos vuelto como sociedad, en que cada vez somos más ignorantes.
A
través de los medios de comunicación nos enteramos que tenemos nuevas autoridades con todo tipo de antecedentes, uno
con antecedentes por abusos deshonestos en el Metro de Santiago, impresentable
para una autoridad que inicia su gestión, debe salir, no olvidar que la
concertación durante años protegió las acusaciones de abusos de Jorge
Lavanderos y nunca salió a condenarlos hasta que fue condenado por la justicia,
quizás para algunos estos casos no son graves.
Otra
autoridad con demandas en proceso por temas económicos, esto lo inhabilita si
manejara recursos económicos en un ministerio, el más sensato a sido Andrade
quien tiene claro que se fue poco prolijo en los nombres que se pusieron a
disposición por parte de los partidos y deben revisar los listados, como lo
ocurrido con la subsecretaria de educación quien renuncio antes de asumir, sin
saber lo que nos encontraremos más adelante que al próximo gobierno le vaya
bien significa que nos ira bien a todos los ciudadanos, pero por favor no
necesitamos este tipo de pillería a cargo de nuestro país.
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