Sueños de gloria cumplidos





                Cuando hace dos años escribía en este mismo blog, los anhelos y sueños que tenía como hincha de nuestra selección chilena de fútbol rumbo al mundial de Brasil 2014, los definía como “Sueños de gloria”, sueños de poder concretar algo histórico, gloria de llegar a lo más alto del certamen y quedar en los anales de dicho campeonato, pero con la cuota de realismo que me caracteriza desarrollaba la crónica con mesura y en forma aterrizada, esperando tener una buena participación como preparación para el gran salto, la oportunidad de oro que nos llegada que era la Copa América 2015, ya en el año 2014 pensaba en dicho trofeo sin ser pitoniso.
                     Cuando llega Julio del 2015 al termino del torneo de la Copa América realizada en Chile, donde nos consagramos campeones, pensé que habíamos tocado el cielo, que era lo más sublime que podía vivir el hincha chileno que se apasiona con el fútbol, creciendo en una infancia llena de triunfos morales, celebrando empates en Wembley con Inglaterra donde no llegamos nunca al arco, comentando lo bien que Hector Puebla había marcado a Maradona en la Copa América de 1989, pese a la derrota destacábamos esa faceta que le significo recibir la camiseta de Diego Maradona, Uruguay nos aplastaba en el mismo torneo, donde nadie hablaba de fútbol porque no sabían, pensamos que nos moríamos sin ver los éxitos de ahora, quizás mucha gente partió de este mundo sin disfrutar estos momentos.
                      Esta generación dorada de futbolistas de la que somos testigos privilegiados, no solo nos da esa alegría el año anterior, sino que al año siguiente, en el 2016 en la Copa América Centenario se da el lujo de repetir el titulo contra todo pronóstico, en un torneo que quisieron minimizar de jerarquía, que se le dio un tinte comercial, donde llegamos sumidos en una crisis por la partida del DT anterior, la llegada de uno nuevo, la salida del presidente del futbol, la llegada de Arturo Salah, podríamos haber tocado fondo como nos sucedió después del Mundial de Francia, que en la eliminatoria siguiente fuimos últimos, la gente lo olvida parece.
                 
Con toda esta adversidad este grupo de jugadores, este puñado de guerreros, este conclave de talento se sobrepuso para salir adelante durante el torneo, que tuvo un difícil comienzo donde tuvimos la desfachatez de cuestionar a nuestro capitán América Claudio Bravo, porque no se jugó bien, pero que supo ganar cuando debía ganar y llegar al título. Este título no solo representa una de las máximas alegrías vividas por nuestro pueblo en su historia, porque dificulto que veamos en un futuro más hombres llorando en forma simultanea que lo visto en este último año con los dos campeonatos, quizás no todos lo entiendan, pero las lágrimas de alegrías brotaban desde lo más profundo, en lo personal nunca había llorado con mi padre y abrazarte de alegría, sino también la limpieza de nuestra dignidad mancillada por los mafiosos rioplatenses ( Uruguayos y Argentinos), que se encargaron de ensuciar nuestro trofeo anterior diciendo que lo habíamos ganado porque éramos locales, soborno a los árbitros, que éramos pijama, servimos solo en la casa, este último título se ganó en USA como visita, ante más países y con los mejores jugadores del continente, doble mérito para este equipo.
                     Pero también sirvió y para mí lo más importante, para demostrar que el éxito de esta selección se sustenta en la calidad de sus jugadores, no en la condición del técnico, porque el técnico anterior junto con llevarse casi toda la plata, quiso llevarse el mérito, paseándose por el mundo como el precursor de esta revolución, pero como la mentira tiene patas cortas, quedo al desnudo toda su falacia y desde este último campeonato Sampaoli deja de ser tema para nosotros, después de haber llegado con una mano adelante y otra atrás, tuvo la desfachatez de acusarnos de secuestro e irse sin pagar nada lo que debía pagar, un sinvergüenza igual que el ayudante que está en la U y que demando al fútbol chileno, como le pueden dar trabajo en un club.
               Para fortuna nuestra, llega Juan Antonio Pizzi, DT argentino que realizo una interesante trayectoria en Chile y el extranjero, pero sobre todo nos trae decencia que la habíamos perdido hasta de presencia, trae un recorrido como jugador pocas veces visto en nuestro medio, excelente manejo de presión, porque en los momentos más críticos del torneo, le saco la presión a los jugadores y asumió su rol de liderazgo, porque en el éxito toma un rol secundario ósea es humilde en la victoria (aunque sea Argentino), porque respalda a sus jugadores y creo que ya está mirando al futuro de este equipo, el DT anterior no nos dejó nada futuro ( solo deudas) y de no mediar un cambio nos moríamos como el tenis.
                      Solo quedar dar gracias por las alegrías brindadas, por ver a nuestro hijos crecer con un sabor de triunfo, porque a un pueblo tan triste como el nuestro lo hagan sonreír, por romper el mito de los procesos que durante años no consiguieron nada, no han perdido el factor humano, pero por sobretodo por ser tan chilenos que hoy muchos latinoamericanos quieren ser como los chilenos para doblarle la mano a la historia, romper la línea del fracaso y consagrarse como triunfadores, con esta generación dorada de futbolistas podemos decir “QUE LOS SUEÑOS DE GLORIA SE CUMPLEN.




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