Puede ser la gratuidad en la educación un nuevo Transantiago?.

          Puede transformarse la gratuidad en la educación universitaria en un nuevo transantiago, si por supuesto, a la luz de los montos asociados en ambos ítem, de las nulas expectativas de retorno y el enorme abuso que se comete despilfarrando recursos en desmedros de reales necesidades como son las pensiones míseras del sistema actual, los déficit de salud, donde se tiene la mayor deuda histórica del sistema de salud con sus proveedores y donde las listas de esperas son eternas y muere gente esperando que a nadie le importa, un sistema penal permisivo que permite la absoluta impunidad de la delincuencia, vemos todos los días delincuentes con 25 o 30 ordenes pendientes delinquiendo, uno se pregunta cuantos padres hay con detenciones nocturnas por no pagar pensión de alimentos y los asesinos, asaltantes, violadores están libres, si debemos construir más cárceles para endurecer la mano, se debe hacer.
Según los estudios estimados para transantiago, este año debería recibir el subsidio más alto desde su inicio, más de 700 millones de dólares, esto explicado por la pésima gestión en el control de evasión, donde el ministro renuncia se va para la casa y deja el sistema al borde de la banca rota, contratos leoninos, donde se subvenciona soterradamente a las empresas intervenidas por riesgo de quiebra para evitar el riesgo social de un paro. Para el próximo año se espera un subsidio mayor a los 800 millones de dólares, esto porque el año 2017 será el año de menos recaudación de sistema de transacciones (TRX) desde el 2010, esto es un lujo que no se puede seguir dando un país cada más empobrecido como Chile y que hay sectores interesados en succionar todo lo posible hasta que sea realmente pobre, tal como ocurre hoy en Venezuela.
Este grupo son las vinchucas de los estudiantes chilenos, que pretenden poner de rodillas a un país y sus contribuyentes, subyugando y relegando a todos los sectores sociales de este país, para rendir pleitesía de sus iluminadas peticiones llenas de derechos sin ninguna obligación social ni moral por parte de los solicitantes, a eso sumado una autoridad absolutamente servil para evitar el riesgo de imagen y costo político del mal manejo de una crisis con los estudiantes. Ellos solicitaron en una lucha por años el inicio de la gratuidad para tener educación gratis, lo cual parece legítimo y acorde a derecho, el problema es que nos quedamos solos con los derechos obviando nuestras obligaciones o deberes, como es posible que estos jóvenes pretendan que todos los contribuyentes ósea el ciudadano común subvencione su educación universitaria gratis, para que cuando salga no tenga ninguna obligación social de trabajar para el estado y devolver socialmente esta gratuidad como se hace en los países que enarbolan como ejemplo como Cuba, no acá los estudiantes quieren estudiar sin ninguna obligación ni exigencia, pudiendo estar 10 años si quiere en la universidad o instituto y después volverse un burgués irse al sector privado y cobrar a los mismos contribuyentes que ayudaron a educarlo por atenderlos ante cualquier requerimiento, eso es un abuso enorme, tanto moral como social, pero no conforme con la gratuidad, ahora suman que los estudiantes endeudados se les pague la deuda adquirida, esto es el límite de la frescura, cuando nadie te obligo a tener esa deuda, lo mismo podrían solicitar las personas endeudadas en hipotecarios o más graves quienes se endeudan por su salud que es un imponderable que nadie espera.
Es por eso el riesgo en base a la demagogia pura de esta presidenta es muy alto a transformar el sistema de gratuidad en un nuevo pozo negro de inyección de recursos sin ningún retorno, porque seguiremos viendo sistema de salud sin médicos, colegios sin profesores, ministerios sin profesionales aptos, porque emigraran al sistema privado al no tener obligación, en donde ya se inyectaron más de 3.300 millones de dólares para satisfacer la extorsión de los solicitantes y apaciguar los temores de los mandantes como son las autoridades, a esto se debe agregar que en el discurso del 01 de Junio la presidenta anuncia un aumento de este gasto sin fondo, esto debe tener límites, no se puede transformar en una bola de nieve y en 10 años lleguemos a duplicar lo gastado tal como Transantiago, pero cuando se le pregunta a la presidenta por las pensiones argumenta que no hay plata, ( probablemente no sea tema para ella ya que recibirá la pensión de ex presidente y la de su padre de la FACH), ósea se entiende que hay chilenos de primera categoría como son los estudiantes y de segunda categoría como son los jubilados, probablemente porque estos últimos no tienen la fuerza de movilizarse.


Pero volvemos a la pregunta original, es Chile un país que pueda darse el lujo de destinar esas enormes cifras de recursos en desmedro de quienes realmente lo necesitan, creo que no, porque con el costo de arancel subvencionado de un alumno universitario, cuantas pensiones básicas solidaria podríamos mejorar?, muchas, porque cuanto esta mísera pensión se eleva levemente por sobre los 102 mil pesos cualquier aumento es importante, además considerando que un arancel tipo  de un estudiante esta entre los 300 mil y 400 mil pesos multiplicado por los más de 200.000 alumnos beneficiados, le podríamos mejorar la vida a 1 millón de jubilados directamente casi duplicando su pensión, con 3.300 millones de dólares cuantas operaciones de lista de espera se podrían haber realizado y no tener que ocultar las cifras de personas que mueren esperando así como se hacía con el SENAME en que se ocultaban las cifras porque a nadie le importaban, pero alguien nos preguntó qué hacer con los recursos, a los iconos de la democracia y las asambleas o cabildos les intereso la opinión de las personas, se llamó a un plebiscito, la verdad es que no porque no interesa la opinión de un segmento que no tiene fuerza, que enfermo puede ir a protestar, que jubilado puede arrancar en una marcha si la mayoría también está enfermo, estamos hipotecando un país pobre, tal como cuando nos compramos una casa cuyo dividendo no podemos pagar en algún momento dejara de ser nuestro.

El llamado a las autoridades que vengan no es eliminar lo que esta, sino a repartir la misericordia entre todos los chilenos y no entre los privilegiados como son los estudiantes y el resto miramos como se gastan nuestro impuestos, mientras el jubilado con la boleta del almacén sigue subvencionando a quien se lleva la torta, de que justicia social hablamos dejen de mentir, la justicia social parte por asistir a los más necesitados y no a los privilegiados.

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