Entre vivir en la desigualdad de la riqueza o la miseria de la igualdad?

Lo vivido en las elecciones presidenciales del 19 de Noviembre del 2017 en Chile es el triste reflejo de lo que hemos construido en los últimos 27 años de nuestra historia, ósea en la vuelta a la democracia. Una imagen muy penosa en que un pueblo está dividido por las ideologías extremas, donde hermanos se pelean por lo que piensan, amigos se separan por lo que creen y connacionales se odian por ver el mundo distinto.

               
Pero este fenómeno social no brota por sí solo, no son las flores del desierto ni la vegetación de las amazonas, esto se fue cultivado por años en la clase política, especialmente lo que llaman el progresismo, de exacerbar el odio entre compatriotas, fomentando la lucha de clases, diciéndole al pobre que fue pobre porque el rico o millonario le roba, esto ha sido llevado al extremo en que el fiscal nacional compara una boleta falsa con un portonazo, ósea justifica la delincuencia, el vilipendiar el sistema de pensiones cuando en 27 años solo se hicieron modificaciones en favor de las AFP. Todas estas semillas ya brotaron y hoy están expeliendo su polen de tirria entre los chilenos como muchos años no lo veíamos, porque en forma contumaz volvemos a cometer los mismos errores de hace 50 años.
                Cuando en la elección presidencial de 1964 se avizoraba un triunfo de Salvador Allende, había un político radical llamado Julio Duran Neumann quien también postulaba a la presidencia junto con Eduardo Frei Montalva por la DC, ambos políticos vieron el riesgoso ascenso de Allende ante lo cual Julio Duran decidió retirarse de la carrera y apoyar el mal menor, que en ese caso era Frei, nobleza patriótica que ya no se ve por lo demás, pero fueron las alertas necesarias y que no se tomaron en cuenta.
                En el año 1970 el escenario era similar, tres tercios muy parejos, con personajes conocidos y símiles, Salvador Allende por la izquierda, Jorge Alessandri por la derecha y Radomiro Tomic en la DC. La arrogancia, soberbia, descalificaciones se hicieron presente, muy similar a lo que vemos hoy en estas elecciones, Alessandri arrogaba que quien ganara por un voto seria presidente, Tomic nunca levanto en las encuestas y estuvo lejos de la nobleza que reflejo Julio Duran de ceder en sus pretensiones, se sostuvo en su tozudez no apoyando a Jorge Alessandri y dejando el triunfo precario a Salvador Allende con un 36%, que luego debía ser ratificado en el congreso. Que se hubiese dicho si en las elecciones del Domingo un candidato con el 36% que obtuvo Piñera hubiera sido ratificado como presidente, probablemente un escándalo, pero en esa época erróneamente se validó siendo que Allende había sacado menos votación que el año 1964 donde tuvo 38%.
                Desde ahí la historia es más que conocida, un gobierno lleno de soberbias, arrogancias intelectuales, autoridades morales y exacerbando el odio entre los chilenos, muy parecido a los tiempos modernos, terminando en brutalidades y horribles crímenes contra no necesariamente quienes promovieron ese odio, porque ellos arrancaron, fueron contra sus seguidores que pensaron que los mesiánicos mensajes de estos seudolideres los blindarían ante cualquier problema. Luego de mucho andar en que dos generaciones lo pasamos mal (incluyéndonos), ni comparado a cómo viven los niños de hoy, se recuperó la democracia, para quienes no la conocíamos era un mundo nuevo que estábamos dispuesto a conocer.

             Se comenzó un recorrido lleno de dificultades entre el paso de Pinochet  al presidente Aylwin, quien tuvo una muñeca fantástica para superar las crisis de esos años, que hoy no se quien las podría enfrentar como lo hizo don Patricio, pero a pesar de eso se siguió avanzando, creciendo, teniendo más oportunidades, mejorando nuestra calidad de vida, la de nuestros hijos, quien puede negar que sus hijos hoy viven mejor que cuando nosotros fuimos niños, predominando dos coaliciones que daban gobernabilidad al país y tranquilidad a los inversionistas para generar más crecimiento.
                Pero pese a todo lo que avanzamos en 20 años aprox., se nos fue quedando en el baúl de los recuerdos traspasar y transmitir lo que se vivió para que nunca más debería volver a ocurrir que las familias se pelearan en la mesa por política, que los primos no se hablen, que los chilenos se miren con odio, no se hizo esa reflexión y rebroto como maleza en nuestra sociedad para vivirlo en los tiempos modernos con mayor beligerancia a través de las redes sociales, ese error lo podemos pagar caro si se permite el posicionamiento del FA, quien está dispuesto a unirse con Guillier con tal de no permitir a Sebastián Piñera.


                

              Esta prostitución ideológica como hemos establecido es capaz de caducar un proyecto futuro contar de tranzar cuotas de poder. El odio que se ha fomentado hoy, viene fomentado por una generación de personas que no vivieron lo comentado, que nunca pasaron los riesgos que produce una polarización, que les contaron como se vivió en dictadura, diciendo que la distribución de la riqueza es el problema en nuestro país, obviamente desde su bergue y su Iphone, que defienden la miseria de otros países como el costo de la revolución y de implementar las medidas necesarias, que quieren refundar un país en 4 años, enajenar nuestros fondos de pensiones que son un patrimonio heredable para nuestros hijos, eso se vuelve inaceptable la oferta y de resulta tendría consecuencias incalculables, porque la mayoría de la generación que oferta estos cambios y los que siguen a estos mesías son demasiado jóvenes para haber vivido la historia que paso nuestro país con las mismas propuestas refundadoras que se escuchan ahora.
                No + AFP su propuesta es enajenar casi 200.000 millones de dólares del sistema, traspasarlos a un pozo común de fondo de reparto y poder equilibrar las pensiones. Quien piense o crea que eso es posible, miente o es iluso, cuanto todo el mundo arranca del sistema de reparto acá lo quieren implementar, por ese volumen de dinero imposible no generar un descalabro financiero con todo lo que tienen invertido las AFP, pero quizás lo más terrible y grave es el hurto propuesto a todos los cotizantes quienes cuentas con sus fondos de pensiones como parte de su patrimonio heredable para sus familias en caso de fallecimiento, eso se termina con esta genial idea de un grupo de comunistas burgueses, que nunca le han cortado la luz, ni se le acaba el gas, como el caso de sus voceros.
                Subir el impuesto a los ricos sobre a 3 millones de dólares es un absurdo e insulto a la inteligencia, cuanto demoraran en diluir sus fortunas con sociedades que les permitirán estar bajo el rango tributario, seguro universal de salud, explica que usted deba subvencionar a quienes no pagan y si quiere mejor salud, habrá que pagar un seguro complementario del bolsillo de la clase media, una vez más estrangulada, todo excedente de dinero se irá directamente a pagar deuda de universitarios que como profesionales nos cobran por atendernos, a pesar de eso debemos pagarle sus estudios, eso es un atropello a los contribuyentes.
                Si debo elegir vivir entre la desigualdad de la riqueza o la miseria de la igualdad que promueven me quedo con la primera porque tendré la posibilidad de avanzar en medida del esfuerzo y no esforzarme para subvencionar gente que no conoce el concepto y recibirá los mismos beneficios, por lo que el camino es claro, quienes decidan seguir el camino de la expropiación y la enajenación de lo privado voten por Guillier, pero quienes trabajen para forjar un futuro a sus hijos con una calidad de vida en base al esfuerzo deben votar por Piñera.


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