Entre vivir en la desigualdad de la riqueza o la miseria de la igualdad?
Lo vivido en las elecciones
presidenciales del 19 de Noviembre del 2017 en Chile es el triste reflejo de lo
que hemos construido en los últimos 27 años de nuestra historia, ósea en la
vuelta a la democracia. Una imagen muy penosa en que un pueblo está dividido
por las ideologías extremas, donde hermanos se pelean por lo que piensan,
amigos se separan por lo que creen y connacionales se odian por ver el mundo
distinto.
Cuando
en la elección presidencial de 1964 se avizoraba un triunfo de Salvador
Allende, había un político radical llamado Julio Duran Neumann quien también
postulaba a la presidencia junto con Eduardo Frei Montalva por la DC, ambos políticos
vieron el riesgoso ascenso de Allende ante lo cual Julio Duran decidió
retirarse de la carrera y apoyar el mal menor, que en ese caso era Frei,
nobleza patriótica que ya no se ve por lo demás, pero fueron las alertas
necesarias y que no se tomaron en cuenta.
En
el año 1970 el escenario era similar, tres tercios muy parejos, con personajes
conocidos y símiles, Salvador Allende por la izquierda, Jorge Alessandri por la
derecha y Radomiro Tomic en la DC. La arrogancia, soberbia, descalificaciones
se hicieron presente, muy similar a lo que vemos hoy en estas elecciones,
Alessandri arrogaba que quien ganara por un voto seria presidente, Tomic nunca
levanto en las encuestas y estuvo lejos de la nobleza que reflejo Julio Duran
de ceder en sus pretensiones, se sostuvo en su tozudez no apoyando a Jorge
Alessandri y dejando el triunfo precario a Salvador Allende con un 36%, que
luego debía ser ratificado en el congreso. Que se hubiese dicho si en las
elecciones del Domingo un candidato con el 36% que obtuvo Piñera hubiera sido
ratificado como presidente, probablemente un escándalo, pero en esa época
erróneamente se validó siendo que Allende había sacado menos votación que el
año 1964 donde tuvo 38%.
Desde
ahí la historia es más que conocida, un gobierno lleno de soberbias,
arrogancias intelectuales, autoridades morales y exacerbando el odio entre los
chilenos, muy parecido a los tiempos modernos, terminando en brutalidades y
horribles crímenes contra no necesariamente quienes promovieron ese odio,
porque ellos arrancaron, fueron contra sus seguidores que pensaron que los
mesiánicos mensajes de estos seudolideres los blindarían ante cualquier
problema. Luego de mucho andar en que dos generaciones lo pasamos mal
(incluyéndonos), ni comparado a cómo viven los niños de hoy, se recuperó la
democracia, para quienes no la conocíamos era un mundo nuevo que estábamos
dispuesto a conocer.
Se comenzó un recorrido lleno de
dificultades entre el paso de Pinochet al presidente Aylwin, quien tuvo una muñeca
fantástica para superar las crisis de esos años, que hoy no se quien las podría
enfrentar como lo hizo don Patricio, pero a pesar de eso se siguió avanzando,
creciendo, teniendo más oportunidades, mejorando nuestra calidad de vida, la de
nuestros hijos, quien puede negar que sus hijos hoy viven mejor que cuando
nosotros fuimos niños, predominando dos coaliciones que daban gobernabilidad al
país y tranquilidad a los inversionistas para generar más crecimiento.
Pero
pese a todo lo que avanzamos en 20 años aprox., se nos fue quedando en el baúl
de los recuerdos traspasar y transmitir lo que se vivió para que nunca más
debería volver a ocurrir que las familias se pelearan en la mesa por política,
que los primos no se hablen, que los chilenos se miren con odio, no se hizo esa
reflexión y rebroto como maleza en nuestra sociedad para vivirlo en los tiempos
modernos con mayor beligerancia a través de las redes sociales, ese error lo
podemos pagar caro si se permite el posicionamiento del FA, quien está
dispuesto a unirse con Guillier con tal de no permitir a Sebastián Piñera.
Esta
prostitución ideológica como hemos
establecido es capaz de caducar un proyecto futuro contar de tranzar cuotas de
poder. El odio que se ha fomentado hoy, viene fomentado por una generación de
personas que no vivieron lo comentado, que nunca pasaron los riesgos que
produce una polarización, que les contaron como se vivió en dictadura, diciendo
que la distribución de la riqueza es el problema en nuestro país, obviamente
desde su bergue y su Iphone, que defienden la miseria de otros países como el
costo de la revolución y de implementar las medidas necesarias, que quieren
refundar un país en 4 años, enajenar nuestros fondos de pensiones que son un
patrimonio heredable para nuestros hijos, eso se vuelve inaceptable la oferta y
de resulta tendría consecuencias incalculables, porque la mayoría de la
generación que oferta estos cambios y los que siguen a estos mesías son
demasiado jóvenes para haber vivido la historia que paso nuestro país con las
mismas propuestas refundadoras que se escuchan ahora.
No
+ AFP su propuesta es enajenar casi 200.000 millones de dólares del sistema,
traspasarlos a un pozo común de fondo de reparto y poder equilibrar las
pensiones. Quien piense o crea que eso es posible, miente o es iluso, cuanto
todo el mundo arranca del sistema de reparto acá lo quieren implementar, por
ese volumen de dinero imposible no generar un descalabro financiero con todo lo
que tienen invertido las AFP, pero quizás lo más terrible y grave es el hurto
propuesto a todos los cotizantes quienes cuentas con sus fondos de pensiones
como parte de su patrimonio heredable para sus familias en caso de
fallecimiento, eso se termina con esta genial idea de un grupo de comunistas
burgueses, que nunca le han cortado la luz, ni se le acaba el gas, como el caso
de sus voceros.
Subir
el impuesto a los ricos sobre a 3 millones de dólares es un absurdo e insulto a
la inteligencia, cuanto demoraran en diluir sus fortunas con sociedades que les
permitirán estar bajo el rango tributario, seguro universal de salud, explica
que usted deba subvencionar a quienes no pagan y si quiere mejor salud, habrá que
pagar un seguro complementario del bolsillo de la clase media, una vez más estrangulada,
todo excedente de dinero se irá directamente a pagar deuda de universitarios
que como profesionales nos cobran por atendernos, a pesar de eso debemos
pagarle sus estudios, eso es un atropello a los contribuyentes.
Si
debo elegir vivir entre la desigualdad de la riqueza o la miseria de la
igualdad que promueven me quedo con la primera porque tendré la posibilidad de
avanzar en medida del esfuerzo y no esforzarme para subvencionar gente que no
conoce el concepto y recibirá los mismos beneficios, por lo que el camino es
claro, quienes decidan seguir el camino de la expropiación y la enajenación de
lo privado voten por Guillier, pero quienes trabajen para forjar un futuro a
sus hijos con una calidad de vida en base al esfuerzo deben votar por Piñera.
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