Maduro, cada vez más podrido.
Luego de casi dos décadas de
chavismo en Venezuela (1999), en donde en forma mesiánica y dictatorial se ha
dirigido a un país tan hermoso y rico como Venezuela, no resulta difícil hacer
un resumen de lo ocurrido, con datos
concretos, no interpretaciones u opiniones subjetivas, nadie en un sano juicio,
con un mínimo grado de moral no podría desconocer las atrocidades que somos
testigos. Porque como continente se ha sido cómplice pasivo del deterioro
progresivo de las condiciones mínimas que debe tener los seres humanos, una
tragedia humanitaria, la más grande que se tenga registro en Latinoamérica.
Las cifras son escalofriantes, con
una migración estimada de 2.3 millones de personas (según organismos
internacionales y medios de comunicación serios) que ha provocado dividir
millones de familias, debiendo dejar hijos, esposos o esposas, padres, hermanos
para poder buscar una alternativa en algún otro país vecino alguna alternativa
laboral que les permita poder enviar dinero para que sus familias coman como
seres humanos. Crímenes de lesa humanidad estimados en los dos últimos años
sobre las 8000 personas y 12.000 presos políticos así como detenciones
arbitrarias, denuncias de torturas y todo lo que se pueda imaginar en un terrorífico régimen dictatorial. Una
inflación que supera el 1.000.000 %, algo que nadie puede tener como referencia
porque es tan estratosférico que se vuelve inimaginable, donde el sueldo mínimo
alcanza para comprar una bandeja de huevos, pero al día siguiente lo más
probable que no alcance, en estricto rigor las personas están viviendo gracias
a la remesas que se envían desde el extranjero por los familiares que migraron.
La población ha bajado de peso en
promedio 11 kilos (obviamente esto se promedia con el sobrepeso de los jerarcas del régimen que cada vez están más
gordos Maduro, Cabello y la cofradía), los indicadores de salud (llámese
insumos, capacidad instalada, personal y muertes por negligencias solo son
comparables con Haiti, el país más pobre del continente, se ha expropiado todo
lo imaginable, bancos, fabricas, industrias, campos agrícolas para
transformarlo en un desastre si producción, probablemente no resumimos ni la
mitad del flagelo del pueblo en el día a día.
Pero aunque uno dejara de lado
todos estos datos, que sería algo inmoral para cualquier persona normal,
analicemos el proceso democrático de los últimos 20 años del cual algunos ponen
de ejemplo libertario. En 1998 Hugo Chavez gana las elecciones presidenciales
después de años de gobiernos sumidos en corrupción y desprestigio, con un
discurso nacionalista y de populismo social que capturo el descontento de los
votantes, hasta ahí un proceso normal como en cualquier país, pero en lo
sucesivo se viene procesos reformatorios, refundando el país, adecuando la constitución a su
medida para ser reelecto en forma sempiterna las veces que quisiera, generando
un enorme cuestionamiento internacional en su intervención de los medios de
comunicación, persecución y segregación a los adversarios políticos, pero sobretodo
al proceso de elección instaurado de voto electrónico, pero pesar de esto logro
sortear las críticas con la habilidad de la retórica socialista y el buen pasar
de los precios del combustible que le permitían incluso vender a EEUU, su peor
enemigo. Pero en las elecciones del año 2012 donde nuevamente se presenta como
salvador y mesías del país caribeño, los problemas de salud no le permiten
asumir el nuevo periodo cediendo su trono (cual rey se infiere en su
imaginario) a su vicepresidente Nicolás Maduro, todos con la perspectiva del
tiempo han criticado la decisión, pero que alternativas tenia si al mirar para
el lado tenia a Diosdado Cabello más conocido como el Pablo Escobar venezolano,
(a quien recientemente le confiscaron millonarias propiedades en EEUU), no tuvo
alternativas pese a saber lo limítrofe que podía ser su sucesor en comparación
a su persona.
Desde el año 2013 en la asunción
de Maduro la hoja de ruta cambio desde la ideología política recalcitrante a un
régimen con claros rasgos de dictadura, con presos políticos, matanza de
estudiantes en protestas, policías civiles que persiguen e intimidan a la
población, con la decisión de suprimir el congreso en virtud de una AC (asamblea
constituyente), que curiosamente su señora forma parte, la empresa encargada
del control de votación renuncia por irregularidades en la cuantía de votos ósea
habían más votos que votantes y el permanente aislamiento internacional no solo
continental sino mundial. Pese a todo esto las expectativas de cambio son
inciertas, existe un respaldo soterrado de China y Rusia, dos potencias que no
conocen la democracia, enviando armamentos en buque de hospital o enviando
mensajes de apoyo para inhibir cualquier acción de desestabilizarlo, mientras
tanto todo un continente se mantiene como cómplice pasivo después de 20 años de
una tragedia humanitaria como nunca visto, hoy recién se ven luces de condenar
ante organismos internacionales lo que todos saben, pero lo que hace más
increíble todo es que hay personas que lo defienden, teniendo ojo crítico y
evaluaciones ético moral cuando los afectados son de izquierda, pero cuando los
victimarios son de izquierda son los costos de la revolución.
Solo queda esperar que no solo
cinco países hagan una acusación formal ante organismos internacionales sino
que sean decenas los que se sumen y se den cuenta que este personaje de Maduro está
cada vez más podrido.
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