Trump (oso) ?, esa es la pregunta.
Lo vivido por el mundo el día Martes
08-11-2016 en las elecciones de USA, es quizás lo más infartante que se tenga
registro en décadas, sobre todo con la llegada de la tecnología y las redes
sociales donde la información está al minuto en todo el mundo, con una
cobertura excepcional, que cuesta creer que se tenga el recuento de millones de
votos en pocas horas.
Basta hacer memoria y retrotraer los
registros del inicio de las campañas, para darse cuenta del enorme vuelco que vivió
la campaña de Donald Trump, el ahora presidente electo, paso de ser un
candidato ninguneado, con un bullying pocas veces visto, a terminar ganando a
una candidata como Clinton, que cualquiera podría haber apostado hace un mes
que sería presidenta, sin embargo perdió en forma estrepitosa, teniendo todo el
poder comunicacional de su lado, la familia presidencial de animadores, mas
artistas que una entrega de los Grammy, con todo eso no pudo revertir la imagen
de ser una mala candidata y denotando que el apoyo recibido no era por convicciones
sino por ser el mal menor.
Es por eso que el fenómeno Trump, se
puede definir como Trump (oso), al
creer que el mundo está loco y eligió a un personaje excéntrico como este, todo
manipulado e influenciado por medios de comunicación sesgados y partidarios,
que tratan de hacernos creer lo que ellos quieren, pero no se dan cuenta de la
enorme corriente que se está generando en el mundo en los diferentes procesos
que se han llevado a cabo en el último año, donde la voz de los sin voz se está
expresando en el voto popular y soberano, derribando mitos urbanos de discursos
seudoprogresistas, que dicen representar a la masas, contradiciendo mensajes
refundacionales, haciendo ver que no están representados en el mensaje, que no están
en redes sociales, que no son tecnológicos, que han sido postergados por una generación
absolutista que se cree dueña de la verdad y vende ética o moral a destajo, que
no son pobres ni ricos, que pagan impuestos, salud, colegio, universidad,
patentes, que no se les respeta su opinión contraria, si tienen disenso son
tratados de fascistas, homofóbicos, misóginos, retrógrados, ese segmento
vapuleado y denostado permanentemente encontró la forma de hacerse escuchar, es
a través del voto.
Fenómenos ocurridos en el último
tiempo, como el acuerdo de paz en Colombia, con una campaña mundial para dejar en la absoluta impunidad los crímenes
cometidos por los terroristas de la Farc y hacernos creer que era lo correcto,
fue derribado por una ciudadanía que no quiere que piensen por ellos y ya no
creen en los que dicen defendernos como personas o trabajadores, que estaban
dispuestos a tapar con tierras las atrocidades cometidas, solo por eran
correligionarios.
Las últimas elecciones municipales en
Chile, es un fenómeno similar, como se explica que la derecha teniendo a casi
toda su cúpula procesada, gane las elecciones, la clase media da un golpe
diciendo ya no creemos más a los que dicen defendernos, la Nueva Mayoría no nos
representa.
Con Trump es algo parecido, con un
mensaje directo al Homero Simpson norteamericano, el obrero anglosajón, el
trabajador medio, la dueña de casa de ese obrero, con claros rasgos
nacionalistas logro conquistar al votante anglo, siempre vimos el populismo de
izquierda, representado por Chávez o Castro, pero también existe el populismo
de derecha y llego a ganar sin proponer nada, nadie conoce el plan de gobierno
ni menos con quien gobernara, incluso en su discurso de triunfo no hace mención
al partido republicano, habla de un nuevo movimiento, quizás una tercera
fuerza, lo que hace un quiebre en la tradicional democracia americana.
Ahora como presidente tendrá que
ponderar y moderar su discurso, debe gobernar la principal potencia bélica del
mundo, una mala decisión genera el inmediato exterminio de la humanidad, quizás
lo tranquilizador es su buena relación con Putin, lo que puede aliviar las
tensiones, pero habrá que ver lo que hará, porque nadie lo puede determinar
ahora, después de tanto fiasco el día de las elecciones.
Es por eso que debemos seguir con
sumo interés esta corriente de la voz de los sin voz, que hace impredecible
cualquier futura elección, incluso la nuestra en el 2017, no sabemos para donde
va esta enorme masa de votantes que ha revertido todos los pronósticos, incluso
el Brexit con un segmento distinto, también rompió los pronósticos y permitió
el triunfo de los que no tuvieron voz. Como tarea además debemos hacer menos
caso a las encuestas que son el gran fiasco del momento y aprender a escuchar a
los postergados de los últimos 20 años, que no son ni los pobres ni los ricos,
basta de Trump (as).
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